
La demencia es un síndrome caracterizado por la deterioración de las funciones cognitivas como la memoria, el pensamiento, la orientación y la capacidad de aprendizaje. Esta condición puede afectar significativamente la calidad de vida tanto del paciente como de sus seres cercanos. Una de las preguntas frecuentes relacionadas con la demencia es si tiene un componente hereditario.
Hay numerosos tipos de demencia, y los investigadores creen que muchas personas con demencia pueden tener múltiples tipos simultáneamente.
La enfermedad de Alzheimer es el tipo más común de demencia. En la mayoría de los casos, la enfermedad de Alzheimer no es hereditaria. Solo el 1% de los casos pueden ser hereditarios. El principal factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer es la edad. Afecta principalmente a personas entre 70 y 80 años. Si tus padres o abuelos desarrollaron la enfermedad en este rango de edad, no eleva tu riesgo individual en comparación con el resto de la población. Sin embargo, si la enfermedad de Alzheimer ocurre a una edad más temprana, aumenta el riesgo de transmisión hereditaria.
Otro tipo común de demencia es la demencia vascular, que afecta al 5-10% de las personas con demencia. Se cree que resulta de daño a los vasos sanguíneos en el cerebro, como un derrame cerebral. En la mayoría de los casos, la demencia vascular no es hereditaria. Sin embargo, ciertas condiciones hereditarias como la diabetes, las enfermedades cardíacas y la hipertensión pueden contribuir al desarrollo de la demencia.
La demencia frontotemporal surge del daño a las neuronas en los lóbulos frontales y temporales del cerebro. Es relativamente rara y tiende a ocurrir a una edad más temprana que otras formas de demencia, con aproximadamente el 60% de los casos afectando a personas de 45 a 64 años.
En la mayoría de los casos, las causas de la demencia frontotemporal son desconocidas. Si los miembros de la familia tienen este tipo de demencia, aumenta el riesgo de desarrollar demencia. Entre el 10% y el 30% de los casos se atribuyen a causas genéticas específicas.
Ciertos genes aumentan la probabilidad de desarrollar demencia, pero no garantizan la enfermedad. Estos genes no causan la enfermedad, sino que aumentan la probabilidad general de su desarrollo.
Se cree que el desarrollo de la demencia está influenciado tanto por factores genéticos (que no se pueden cambiar) como por factores de estilo de vida (cosas que se pueden modificar: dieta, malos hábitos, actividad física). Es crucial señalar que la edad es el factor de riesgo más significativo para la demencia. A medida que envejeces, aumenta la probabilidad de encontrar esta condición.
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a disminuir el riesgo general de desarrollar demencia. Aquí hay algunas recomendaciones:
La demencia puede tener un componente hereditario, pero depende del caso específico. La mayoría de los casos de demencia no están vinculados a predisposición genética. La edad es el factor de riesgo principal para desarrollar la enfermedad.
Tener demencia entre familiares cercanos puede aumentar las posibilidades de desarrollar la enfermedad, especialmente si la demencia se manifiesta antes de los 60 años.
Si tienes familiares con demencia, es esencial hablar sobre tu riesgo con un médico. Un examen médico puede ayudar a determinar si hay factores genéticos que puedan aumentar tu riesgo.
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